viernes, 13 de septiembre de 2013

De vuelta al origen

Al igual que te fuiste, ahora estás volviendo, quieras o no quieras, tus pasos internos te dirigen..ya no es tiempo de realizaciones individuales, ya no es tiempo de experimentaciones fuera, es un tiempo de volver, volver a ti, volver y mirarte de nuevo, mirarte y aceptar donde estás, estás volviendo.

Es inevitable el desprendimiento, de los afectos, de las inquietudes, de las ilusiones, regresas. Al regresar tienes que dejar todo lo que traes al pie de la puerta y cruzar el umbral sin nada.

La puerta es estrecha y a cada intento de pasar con todo lo que traes a la espalda, te das cuenta que es imposible y así vas descargando tu equipaje, pues por mucho que insistas al final ves que solo hay espacio para el ;ser.

Me quedan pocos juguetes , pocos subenir que fui adquiriendo durante mi excitante viaje , nunca pensé que volvería, nunca pensé que tendría que dejarlos fuera de mi, pensaba que eran míos ya para siempre, pues ya pague por ellos, ahora se que así a de ser, porque a cada intento de llevarlos conmigo y no poder, nace el dolor de nuevo, pero es una situación que no tiene elección y eso por una parte me alegra, aunque aún este apegada a mis alegrías vividas, a mis emociones hermosas, poco a poco voy depositando todo, allí donde corresponde. Ya fue vivido, ya fue gozado, ahora solo son ropajes que han de caer.

Aun no se como será conseguir desnudarme y quedar en pura alma, aunque si voy aceptando que no puede ser de otra manera, y voy entusiasmándome por sentir como será.

La vida ahora me lleva, solo me dejo dirigir, solo sigo los pasos que me marca, obediente, tranquila....a veces el dolor parece intenso, pero según me agacho y deposito un apego en el umbral de esta puerta, al levantarme de nuevo, me siento ligera y miro lo depositado con una ternura inmensa, lo amo y por eso lo dejo ahí, no necesita cuidados, más que los de la propia vida, y respiro, cae otra prenda, ahora casi sin esfuerzo, mi cuerpo va perdiendo volumen, y las ropas caen sin resistencia.

Mi volumen a cambiado como cambia todo y ya no cuesta tanto, ahora cualquier prenda pasada veo que me queda grande, ya no me abriga, la dejo caer simplemente, no tengo que hacer nada, doy un paso y caen, miro un momento abajo porque me atrae, pero levanto un pie y luego el otro para que queden al fin fuera de mi.

Desisto de amarrarme las vestiduras, y ellas solas se desprenden de mi.....la nada me va rodeando y lo que en un momento me parecía un abismo peligroso, ahora siento como me integra me compone, no es nada,y en realidad es todo... es tu centro...Ser.

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